El Partido Socialista de la Región de Murcia ha tratado esta semana, tras la celebración del Debate sobre el Estado de la Región, de hacer del posible acuerdo con el Gobierno regional otro asunto con el que crear una polémica estéril e inútil para los ciudadanos de la Región de Murcia.
A pesar de que los socialistas murcianos han hecho oídos sordos a los numerosos ofrecimientos de pactos que el presidente Valcárcel le ha hecho en los últimos meses, el pasado lunes el jefe del ejecutivo regional volvió a mostrar una actitud más que conciliadora y de mano tendida.
Ofreció diversos acuerdos a los grupos de la oposición, un gran Pacto.
Un Pacto que, en materia de agua, debe contener la defensa inquebrantable del trasvase Tajo-Segura así como el estudio del Tajo-Medio siempre y cuando este no merme ni una sola gota de la cabecera del Tajo al Segura y la recuperación del trasvase del Ebro porque garantiza nuestro futuro.
En infraestructuras, debemos reclamar un verdadero tren de Alta Velocidad, y no de Altas Prestaciones, con conexión entre Cartagena y Murcia a través del Puerto de la Cadena y línea directa hacia Madrid por Cieza, Chinchilla y Albacete.
El Pacto incluiría también un acuerdo en materia de Financiación Autonómica con el objetivo de lograr la actualización inmediata de la población que reconozca la incorporación al censo de más de 350.000 murcianos, junto a la reclamación de la deuda acumulada de más de 1.700 millones de euros que el Estado mantiene con la Región por este concepto.
Consideramos que estas cuestiones son básicas para salir de la crisis y son irrenunciables e innegociables para el Partido Popular.
Supone otra oportunidad que tienen los grupos parlamentarios de la oposición de sumarse a las reclamaciones de los ciudadanos de la Región de Murcia y que pasan por rubricar, sin rebajas, este compromiso en agua, infraestructuras y financiación autonómica.
Se trata de una cuestión de justicia e igualdad de los murcianos con respecto al resto de españoles por lo que el Gobierno regional no puede aceptar menos que esto ya que supondría un grave agravio comparativo con el tratamiento que el ejecutivo de Zapatero dispensa a otras comunidades autónomas.
El Pacto es por los murcianos, no es contra nadie. Sólo nos debemos a los murcianos y tenemos que demostrar que somos libres para defender sus intereses y firmar, unidos, el Pacto sin miedo a nadie.
A pesar de que los socialistas murcianos han hecho oídos sordos a los numerosos ofrecimientos de pactos que el presidente Valcárcel le ha hecho en los últimos meses, el pasado lunes el jefe del ejecutivo regional volvió a mostrar una actitud más que conciliadora y de mano tendida.
Ofreció diversos acuerdos a los grupos de la oposición, un gran Pacto.
Un Pacto que, en materia de agua, debe contener la defensa inquebrantable del trasvase Tajo-Segura así como el estudio del Tajo-Medio siempre y cuando este no merme ni una sola gota de la cabecera del Tajo al Segura y la recuperación del trasvase del Ebro porque garantiza nuestro futuro.
En infraestructuras, debemos reclamar un verdadero tren de Alta Velocidad, y no de Altas Prestaciones, con conexión entre Cartagena y Murcia a través del Puerto de la Cadena y línea directa hacia Madrid por Cieza, Chinchilla y Albacete.
El Pacto incluiría también un acuerdo en materia de Financiación Autonómica con el objetivo de lograr la actualización inmediata de la población que reconozca la incorporación al censo de más de 350.000 murcianos, junto a la reclamación de la deuda acumulada de más de 1.700 millones de euros que el Estado mantiene con la Región por este concepto.
Consideramos que estas cuestiones son básicas para salir de la crisis y son irrenunciables e innegociables para el Partido Popular.
Supone otra oportunidad que tienen los grupos parlamentarios de la oposición de sumarse a las reclamaciones de los ciudadanos de la Región de Murcia y que pasan por rubricar, sin rebajas, este compromiso en agua, infraestructuras y financiación autonómica.
Se trata de una cuestión de justicia e igualdad de los murcianos con respecto al resto de españoles por lo que el Gobierno regional no puede aceptar menos que esto ya que supondría un grave agravio comparativo con el tratamiento que el ejecutivo de Zapatero dispensa a otras comunidades autónomas.
El Pacto es por los murcianos, no es contra nadie. Sólo nos debemos a los murcianos y tenemos que demostrar que somos libres para defender sus intereses y firmar, unidos, el Pacto sin miedo a nadie.