Publicado en La Verdad 26 Enero 2010
Ya conocíamos, por su tradición y su trayectoria, que los socialistas de la Región de Murcia son socios muy poco fiables. Resulta cuanto menos curioso que ante una iniciativa planteada en la Asamblea Regional por la vía del artículo 87.2 de la Constitución Española, los diputados del PSOE murciano no se sientan partícipes del consenso y de la solución acordada a la espada de Damocles que se cierne sobre el trasvase Tajo-Segura.
Para que todos nos entendamos, la iniciativa planteada el pasado lunes por el Grupo Parlamentario Popular, que fue aprobada por todos los grupos de la Cámara, incluido el PSOE que ahora la cuestiona, obliga a que se pronuncie el único culpable y el que tiene la solución de las amenazas que se plantean sobre el acueducto, el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.
No serían necesarios ni leyes ni estatutos si quien debe garantizar el agua para todos en la Región de Murcia y la vigencia del Tajo-Segura, que además es el presidente del Gobierno y presidente del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados, se pronunciara sólo una vez a favor del acueducto.
Me parece de chiste que sean ahora los maniobreros los que acusen a la Asamblea Regional, aquellos que realizaron maniobras políticas en la oscuridad que llevaron a la derogación del Ebro con sus propios votos, los que le habían confiado los murcianos.
Los autores de siete trasvases cero no dejan de sorprendernos estos días con sus ataques al Trasvase, llegando su inquinidad y su sectarismo a crear ahora la nueva figura del “trasvase fantasma”. Menuda desfachatez decir que vendrá agua pero sin especificar ni la fecha ni la cantidad.
El pasado 4 de junio, el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, decía en Murcia “no voy a permitir que se cierre el Trasvase del Tajo”. Reto a los socialistas a que busquen en las hemerotecas y encuentren alguna declaración similar de su secretario general en la que defienda la supervivencia del acueducto.
Quiero recordar además que, en la manifestación del 14 de julio de 2005 en defensa del Tajo-Segura, Mariano Rajoy estuvo presente. Por cierto, manifestación en la que ni el PSOE de la Región de Murcia ni su secretario general, Pedro Saura, ni nadie en representación de su ejecutiva participó.
Dicen que no hay más sordo que el no quiere oír y éste parece ser el problema del PSRM que no escucha al Grupo Popular cuando aseguramos que si este toque de atención a Moncloa no funciona activaremos de inmediato la segunda vía que será aprobar de nuevo la ley y mandarla a la Mesa del Congreso de los Diputados, aunque este camino sea más lento.
La actitud de los socialistas murcianos está dando a entender que Zapatero no nos va a contestar puesto que tampoco ha dicho nada acerca de la manifestación del pasado 18 de marzo en la que más de 400.000 ciudadanos recorrimos las calles de Murcia clamando por la supervivencia del Trasvase.
Todos conocemos en la Región de Murcia de las traiciones de los socialistas en temas de agua. Sinceramente, las últimas y poco afortunadas declaraciones de Pedro Saura me recuerdan a los golpes de pecho de los nuevos conversos, quizá será su mala conciencia. No deberían olvidarse los socialistas murcianos que quien cuestiona la supervivencia del Tajo-Segura es un Gobierno regional socialista y un Gobierno de la Nación socialista apoyados en las Cortes, también de mayoría socialista y que si el Trasvase vive a día de hoy es por el bloqueo del Partido Popular a nivel nacional y por la actitud beligerante del presidente Ramón Luis Valcárcel.
Le sugiero al PSRM que gaste sus energías en iniciar una campaña entre sus compañeros de partido del resto de España en la que dejen muy claro que el Tajo-Segura es intocable.
La derogación del Ebro ha sido sin duda la causa del cuestionamiento del Tajo-Segura como ya dijeron el presidente de Castilla La Mancha, José María Barreda, y su antecesor José Bono, que por cierto apoyaron en su día el Plan Hidrológico Nacional que contemplaba el trasvase del Ebro. Como ellos justificaron, una vez derogado el Ebro no tenía sentido el Tajo-Segura.
En esta hoja de ruta de demolición de los trasvases al Levante español, los socialistas murcianos han sido fervientes actores, llegando incluso a modificar personalmente en el Congreso de los Diputados, con la oposición del Partido Popular, normas que afectan al Tajo-Segura y que ahora solicitan derogar.
Parece mentira que miembros y ex miembros de la Asamblea Regional pongan en cuestión los acuerdos alcanzados por unanimidad, al amparo de la propia Constitución Española. Seguramente, cuestionando la forma nos están transmitiendo que saben que Zapatero nunca apostará por el Trasvase Tajo-Segura.
Sin duda, como siempre, la única garantía sólida que tiene la Región de Murcia para defender el Tajo-Segura y los nuevos trasvases para la Región está en el Partido Popular.